. Guadiloba posee buenas poblaciones de ciprínidos –carpa y barbo- y de black bass, por lo que la oferta piscícola para el pescador que sea inquieto y practicante de varias modalidades de pesca, es realmente sugestiva. A Guadiloba se llega por la N-521, pasado Cáceres, hasta la localidad de Sierra de Fuentes. Muchos de los aficionados a la pesca del coup, técnica francesa en la que no se emplea carrete, y un hilo con flotador y anzuelo pende de una caña de 14 metros, prueban su suerte en este embalse cacereño, en busca de ciprínidos. Los cebos más usados son el gusano blanco o asticot, y el maíz cocido, siempre precedidos del oportuno cebado, para poder atraer a carpas y barbos justo bajo el pesquil. Los apasionados del black bass, especie alóctona introducida en España hace 60 años, y endémica de Estados Unidos, tienen en Guadiloba un destino preferente para su pesca. En primavera, los mejores ejemplares de esta especie se acercan a las orillas, puesto que frezan construyendo “nidos” donde la hembra deposita sus huevos, que son fertilizados por el macho, que queda a cargo de la prole. Es tiempo de pescarlos y soltarlos, para garantizar su supervivencia. Para ello, nada mejor que el empleo de señuelos de vinilo, que se montan con un anzuelo simple, y que deja prácticamente ileso al black bass, que debe ser soltado para que vuelva al nido para el cuidado de sus crías
jueves, 13 de junio de 2013
pantanos de extremadura:guadiloba
. Guadiloba posee buenas poblaciones de ciprínidos –carpa y barbo- y de black bass, por lo que la oferta piscícola para el pescador que sea inquieto y practicante de varias modalidades de pesca, es realmente sugestiva. A Guadiloba se llega por la N-521, pasado Cáceres, hasta la localidad de Sierra de Fuentes. Muchos de los aficionados a la pesca del coup, técnica francesa en la que no se emplea carrete, y un hilo con flotador y anzuelo pende de una caña de 14 metros, prueban su suerte en este embalse cacereño, en busca de ciprínidos. Los cebos más usados son el gusano blanco o asticot, y el maíz cocido, siempre precedidos del oportuno cebado, para poder atraer a carpas y barbos justo bajo el pesquil. Los apasionados del black bass, especie alóctona introducida en España hace 60 años, y endémica de Estados Unidos, tienen en Guadiloba un destino preferente para su pesca. En primavera, los mejores ejemplares de esta especie se acercan a las orillas, puesto que frezan construyendo “nidos” donde la hembra deposita sus huevos, que son fertilizados por el macho, que queda a cargo de la prole. Es tiempo de pescarlos y soltarlos, para garantizar su supervivencia. Para ello, nada mejor que el empleo de señuelos de vinilo, que se montan con un anzuelo simple, y que deja prácticamente ileso al black bass, que debe ser soltado para que vuelva al nido para el cuidado de sus crías
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lugares de pesca
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