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viernes, 16 de agosto de 2013

pesca del barbos al lance


 LA PESCA DE BARBOS AL LANCE CON SEÑUELO




Conociendo a nuestro adversario.

Cuando nos referimos al barbo nos viene a la cabeza un pez de escaso valor culinario y no muy apreciado como captura, es una pena. El barbo es un animal de fuerza considerable que nos brinda una bonita lucha y nos deleita con trepidantes carreras en el agua.
Si a esto le unimos la posibilidad de conseguir grandes ejemplares con relativa facilidad, estaremos ante un digno sustituto a falta de otras especies.

Cabe destacar que presenta una boca carente de dientes, tampoco es un depredador al uso, pero con una fantástica y durísima encarnadura, con la que no muerde sino que aspira y de la que es difícil que se suelte un buen anzuelo.

Un pez “todoterreno
Sin duda alguna podríamos concederle el calificativo de “Pez todoterreno” dada su capacidad de aclimatación. El barbo se puede encontrar a lo largo y ancho de toda nuestra geografía en prácticamente cualquier masa de agua y cauce fluvial. Si bien estamos acostumbrados a verlo en aguas someras y remansos, no es menos cierto que gusta de corrientes y sus salidas, zonas estas en las que el alimento les llega arrastrado por la corriente.

La técnica tradicional se abre al lance
Todos conocéis las técnicas tradicionales y convencionales para la pesca del barbo tales como el fondo, la boya, el pulso, a látigo,… Y por supuesto los cebos utilizados como el gusano, el pan, los engodos, la ninfa, la mosca,…Todas ellas mantienen su eficacia a lo largo de los años pero ya no son las únicas: el lance (o spinning) se abre paso con fuerza. Para ningún pescador ha pasado desapercibido el interés que nuestros señuelos despiertan en este animal y la posibilidad de capturarlo.



¿Han cambiado sus hábitos?
Podría resultar arriesgado, incluso equivoco, hablar de cambios en su hábitos alimenticios. Personalmente pienso que los cambios producidos en su ecosistema han llevado a esta especie a habituarse a cazar de manera más asidua mostrando una carácter cazador que posiblemente habíamos pasado por alto. Un cambio clave en su ecosistema ha sido la aparición del alburno. Este “pez pasto” con su impresionante capacidad de reproducción y aclimatación han conseguido proliferar a pasos de gigante y se han convertido en una verdadera despensa, así han pasado a formar parte de la dieta del barbo que ha encontrado una presa fácil y confiada que les aporta grandes recursos en una sola captura y en las mismas zonas donde él habita.

Toca pescarlos
En primavera y verano será cuando mayor actividad presenten y mas fácil sea su captura.

Para pescar barbos tenemos que prestar especial interés al lance. La visión de este pez no pasa por ser uno de los más desarrollados de sus sentidos por lo que buscaremos que el lance sea lo más certero posible sobre la ubicación del barbo o la zona donde pueda estar apostado. La caída cercana de nuestro señuelo provocará en ocasiones la inmediata y furibunda reacción del barbo que lo engullirá al momento, aunque en la mayoría de estas su reacción se transformará en un curioso acompañamiento del señuelo. En este acompañamiento será cuando entre en escena nuestra habilidad, una recogida lineal y continua dará al traste con nuestras intenciones mientras que ligeros toques de puntera y paradas excitarán el instinto del barbo.

La picada es contundente, una parada en seco y una preciosa carrera alejándose, seguida de una querencia por llegar al fondo y rozarlo con el morro en un último intento por soltarse del anzuelo. Tras unos momentos de ardua lucha el barbo parecerá vencido y cederá en su empuje permitiéndonos traerlo a nuestra posición para levantarle la cabeza y terminar de cansarlo pero cuidado, aún le quedarán fuerzas para pelear y dar unos buenos tirones. Tened en cuenta que a estas alturas será poca la línea que os una a él y eso juega a su favor.

Un equipo adecuado
No seamos exagerados con la potencia de nuestros equipos o nos perderemos las sensaciones que buscamos, esto es muy importante.
Para capturar barbos de buen porte nos bastará con equipos ligeros “L” o medio ligeros “ML”. Pensad en que los señuelos a utilizar no serán excesivamente grandes ni pesados sino todo lo contrario. Aunque en ocasiones hayamos visto grandes ejemplares atacar señuelos de entre nueve y once centímetros esto no es lo más habitual, siendo los tamaños inferiores a siete centímetros los que obtienen más capturas sin incidir especialmente en el tamaño de estas.



Es importante llevar una buena línea, delgada pero potente, para que los lances puedan alcanzar las zonas alejadas y resistir los envites de nuestro adversario. Un monofilamento de 0,18 /0,20 para 5/6 kg puede cubrir tus necesidades.

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