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jueves, 12 de diciembre de 2013

SIRULOS GIGANTES DE MEQUINENZA



Mequinenza, el pueblo de los peces gigantes


En las aguas de su embalse viven siluros de casi tres metros y 100 kilos de peso

CATMASTER TOURS
Un británico muestra con orgullo el siluro de dos metros y medio que pescó recientemente en Mequinenza



Mequinenzaes un pueblo de la provincia de Zaragoza bien conocido por los aficionados a la pesca de grandes ejemplares. Atrae a lo largo del año a un buen número de extranjeros en busca del «gran siluro», una especie invasora que hace décadas se introdujo en el curso bajo del Ebro para animar el deporte de la pesca y que, nunca mejor dicho, se mueve en este entorno como pez en el agua, y a lo grande.


El hábitat natural de los siluros son las aguas de la Europa oriental, Asia central y Asia Menor. Esos ecosistemas, con sus condiciones específicas, mantienen un equilibrio ecológico en el que los siluros se mantienen «a raya». En Mequinenza, no. En este embalse situado en el curso del río Ebro (por el que también se ha extendido esta especie) hace ya muchos años que se convirtieron en los amos, en los reyes de sus aguas. Con un hábitat en el que tienen escasas amenazas, la población de siluros no sólo ha proliferado sino que se ha adaptado hasta dar con ejemplares gigantescos. Y estos son un buen cebo para los amantes del deporte de la pesca que buscan precisamente eso, grandes ejemplares.

Hay empresas internacionales especializadas en viajes de pescadores hasta Mequinenza. Abundan, entre otros, los británicos. Uno de ellos dio, hace escasas semanas, con un siluro que podría pasar a encabezar el récord mundial por las dimensiones del pez que logró pescar. El siluro que mordió su anzuelo se resistió durante media hora, hasta que el británico logró sacarlo del agua. No fue fácil.

La imagen del pescador con su siluro gigantesco ha sido recogida por la empresa especializada Catmaster Tours. La fotografía impresiona. El siluro supera, con mucho, las dimensiones de su pescador. Medía dos metros y medio y pesaba 93 kilos.

No es inusual las fotografías espectaculares de pescadores a orillas de Mequinenza con ejemplares grandiosos de siluro. Eso sí, el que recientemente pescó este británico es extraordinario. En cualquier caso, demuestra cómo sigue evolucionando la población de siluros en las aguas del embalse de Mequinenza y la dimensión que están alcanzando.

Lo que es una delicia para los amantes del deporte de la pesca que buscan grandes ejemplares es, sin embargo, una preocupación para las autoridades medioambientales. Es una especie invasora que altera la estructura de este hábitat fluvial. Es un activo depredador que diezma la población de peces autóctonos, anfibios, roedores e incluso aves, porquellega a saltar desde el agua y a las orillas para capturar sus presas. La cara de la moneda es su atractivo económico, por ser una una especie muy atractiva para el turismo de la pesca deportiva. Mequinenza da fe de ello.

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